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COMUNIDADES NEOCATECUMENALES - Albatera(Alicante-España)

Testimonio de valentía ante la muerte: "El Señor lo ha hecho todo bien"

Andrés García falleció el pasado mes de junio a la edad de 48 años, a causa de un cáncer

Andrés García, nacido en Cobatillas (Murcia), falleció el pasado mes de junio a la edad de 48 años, a causa de un cáncer. La experiencia de este hombre ha sido un testimonio de valentía ante la muerte. Con la enfermedad diagnosticada desde hace año y medio, unas tres semanas antes de morir contaba su experiencia de este periodo de duras sesiones de quimioterapia que le llevaron a una relación profunda con Dios, que fue su fuerza en los momentos más difíciles.
 Samuel Linares. - 16-07-09


Con la enfermedad diagnosticada desde hace 
año y medio, unas tres semanas antes de morir 
contaba su experiencia.


Sus hermanos del Camino Neocatecumenal de la Parroquia de San Pablo de Murcia, así como su mujer Loli y sus hijos María, Andrés y Damián, rezaban cada día con él vísperas en el centro sanitario, a las que Andrés, a pesar de la debilidad de su cuerpo, acudía para dar gracias a Dios por lo bueno que había sido con él.  
En la habitación donde permanecía hospitalizado, Andrés se incorporó en la cama y comenzó a dar testimonio del amor de Dios en su vida y de cómo la Iglesia Católica le ha ayudado en este tiempo a apoyarse en la oración, y a ver que todo está bien hecho. Ésta es sin duda la manera en la que los cristianos están llamados a vivir su muerte, pues morir es vivir. Ésta es la muerte de un cristiano.

¿Qué fue lo primero que pensaste en el momento de conocer tu enfermedad?
- En ningún momento vi la enfermedad como un castigo divino, como que me había portado mal. El Señor me puso este acontecimiento en mi vida para salvarme, quería que no me perdiese en el infierno. Bien es cierto que al principio me asusté un poco, pero pronto me di cuenta que el Señor me había regalado el cáncer. A partir de ese momento empezó a abundar la gracia, nació en mí un hombre bueno, las gracias fueron inmediatas.
Para mi familia fue ciertamente un susto, costó mucho aceptarlo, pero el Padre, El Señor ha sido generoso con mi familia al ver que no me sublevaba contra él. No me han visto maldecir. No los he hecho estar en la desesperación. Al verme así, han ido aceptando su voluntad. Es cierto que hemos pasado necesidades pero las hemos ido aceptando. Nos hemos querido más y la familia ha estado más unida en este tiempo.
¿Qué ha sido lo más duro de esta enfermedad el estado físico o el psicológico?
- Ni el físico, ni el psíquico han sido sufrimiento. En un año de quimioterapia muy dura he tenido al Señor a mi lado. Me han pinchado por todas las partes del cuerpo. Todo ese sufrimiento me ha llevado a un estado de gracia:, subir con el Señor ese calvario, ir a su lado. Cuando entraba al quirófano, decía: "Señor ten piedad de mí". Le pedía que no tuviera miedo. Sabía que ibamos a un sitio mejor: me ha llevado al Padre, me ha llevado a reconciliarme con Dios, mi padre del cielo. Todos los sufrimientos que he tenido en mi vida me han llevado a encontrarme con el Señor, y poder experimentar la Vida Eterna ya en este mundo.
Tengo que añadir que durante este tiempo he tenido que combatir muy seriamente con el demonio. Pero el Señor ha sido generoso, me ha querido, gracias a mi comunidad que me ha ayudado muchísimo, ha sido muy generoso. He pasado un calvario digno de un cristiano. Todo está bien hecho, nada de lo que dice el Evangelio es mentira, las bienaventuranzas son verdades, el Señor te da el ciento por uno. El Señor lo ha hecho todo bien.
¿De dónde te viene la fuerza para poder llevar tu enfermedad con alegría y sin miedos?

- Los médicos se han sorprendido de que una persona no se asuste ante la muerte, no tengo miedo a la muerte. He resistido a la "quimio" un año y medio, han visto los médicos que un cristiano puede caminar sobre la muerte, que podemos hacer un cáncer glorioso, un cáncer para tu salvación, para que sane tu espíritu.
Debo decir que una persona este compuesta por dos realidades: una es el cuerpo y otra es el espíritu. Cuanto más dolor tiene el cuerpo más se fortalece el espíritu, más se va sanando.

No es masoquismo, es una realidad, todo el dolor que tiene el cuerpo el espíritu lo compensa, lo sana.
¿Tienes miedo a la muerte?

- No, por que no muero, porque no voy a morir,  por que mi espíritu no muere, vivo esperando la muerte. Hoy tendría que estar en coma, pero me ha bajado la bilirrubina.
Voy a la casa de mi padre. La Iglesia me ha enseñando que yo voy con mi padre. No he nacido para este mundo, voy a pasar de dormir a estar vivo.

Tengo anhelo a la muerte, no sabría que hacer si no muero, es el amor tan grande que tengo por irme con mi padre, que si me tengo que quedar en este mundo Dios me daría una gracia para llevar esto, pero yo sé que ya está todo bien hecho, yo he dicho como quiero mi funeral, sé como voy a ser enterrado y no tengo miedo porque sé que no muero.
¿Cómo te ha ayudado la Iglesia Católica en las situaciones difíciles que se te han presentado ha lo largo de tu vida?
- La Iglesia Católica me ha dado la sabiduría, la que no he encontrado en ninguna parte, me ha dado las armas para combatir con el diablo.
Mis hermanos de Comunidad han sido el apoyo, el pilar. La Iglesia me ha querido como he sido, no he tenido que dar la talla, siempre me ha amado como era. La Comunidad ha sido una cosa maravillosa, sobre todo este último año y medio ha sido de auténtica conversión.

La relación con la Virgen María también ha sido estupenda. Ha tenido una bondad total conmigo, de gran amor y ternura. La Iglesia es la única verdad que hay en la vida, te proporciona sabiduría, conocimiento, capacidad para poder perdonar, en definitiva ser feliz. 
Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Iglesia está basada la santísima trinidad. Aunque debo decir que si no entras en la cruz, nunca será feliz, te sentirás insatisfecho en tu vida.

Durante un periodo importante de tu vida viviste en el ateísmo. Cuéntanos  un poco como fue esa experiencia.

- Vengo de una familia cristiana, por circunstancias me reboté contra la Iglesia, contra todo, culpé a Dios, pagó mucha gente mis pecados. En la Iglesia el Señor me ha perdonado a pesar de mis traiciones. La gloria que tengo hoy en mi corazón no me la merezco, me la ha regalado Dios, no sé por qué me la ha regalado.
Se que no muero, sé que voy a velar por mi familia, he cumplido mi misión aquí, en este mundo, el Señor tiene otro plan para mí en el Cielo. Todo está bien Señor, no te reprocho nada.

¿Qué es lo que más te preocupa de lo que vas a dejar en este mundo?
- Es cierto que mis hijos son una preocupación, como para todo padre lo es, pero estoy tranquilo, porque sé que los voy a cuidar desde el Cielo y Dios nos los va abandonar. Es cierto que a veces me preocupa porque  aún queda algo de hombre viejo.
Hoy veo a mis hijos no como míos, sino como a hijos de Dios. Es un regalo inmenso haberlos criado, ha sido un regalo tremendo de Dios, con ellos estoy colmado. Realmente no tengo temor a dejar nada.
Ante tu situación de enfermo terminal ¿Qué puedes decir a aquellos que están a favor de la aplicación de la Eutanasia?

- Es una locura, quien quiera ver la Eutanasia que vaya a donde se administra la "quimio" y que se siente ante un enfermo de cáncer. Es impresionante las ganas de vivir de todos los que han estado sentados junto a mí, incluso sin ser cristianos.
La llave de la vida sólo la tiene Dios, nadie somos quien para dar la vida ni para quitarla.

El hombre sin sufrimiento no es hombre, es una mera marioneta, los hombres se miden ante la adversidad. El coraje de un hombre se mide ante la muerte. "Hoy es un buen día para morir" eso dice un hombre. En realidad todo se reduce al dinero lo del sufrimiento es falso, por el dinero hace que maten al abuelo, por egoísmo.
Por otra parte, quiero añadir, que el mundo no se sostendría sin la oración, sin los misioneros, sólo aclama a Dios la oración de esos hombres. Llevan el Evangelio a todo el mundo. Si yo estuviera mintiendo sobre lo que digo estaría loco. El único tesoro es irte con el Padre. Por mucho que tengas nunca estás colmado. Amar el dinero, el prestigio, te esclaviza, el demonio te coge cuando vives así.

¡No tengáis miedo! Con el Señor, la muerte es con mucho lo mejor.